Libro: Sin historial. Veinticuatro horas para olvidar.
Autor: Lissa D'Angelo
Editorial: Seleer
Temática: Distopía
Páginas: 325
ISBN: 9781480255135
Sipnosis
Tengo veinticuatro horas para encontrarlo. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarme. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para enamorarlo y sólo un beso para que me vuelva a olvidar. En una sociedad perfecta, donde no hay espacio para el rencor ni el odio; un mundo donde no tienes tiempo para recordar, los engaños y las mentiras no tienen efectos secundarios, ya que sólo basta un día para que los dejes atrás. Porque cuando el reloj da las doce todas las mentes se formatean, bueno… Todas a excepción de la mía.
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Todo comienza con Anaya, la protagonista, una chica que puede recordar en un mundo donde todos olvidan lo que pasó durante el día, cada 24 horas. Conservan lo importante, enseñanzas, aprendizajes, nombres... Pero olvidan lo demás, recuerdos y sentimientos. Anaya es la única en ese lugar que es capaz de recordarlo todo. Viven en La Grata, solo para mujeres donde jamás han visto un hombre, según las leyendas son bestias horribles y seductoras y se creen extintos.
Cuando Emil (su compañera de habitación) cumple 17 años, es llevada a La gran torre para prepararse para embarazarse y ser madre, pero Anaya sabe que ella no quiere traer una vida al mundo. Entonces se propone rescatarla, aunque Emil no recuerde nada al día siguiente.
¿Conseguirá ayudarla?
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Opinión personal
Me gustó el libro en conjunto, pero no conseguí sentirme identificada con Anaya a pesar de que ella sea la protagonista. Alabé su determinación a la hora de querer ayudar a su amiga, de tener la valentía de escapar y correr todos los peligros necesarios. Pero por otra parte me pareció muy ingenua. Era a ratos muy espabilada y a ratos muy inocente, y así todo el libro. No noté apenas evolución en dicho personaje.
Me quedé con muchas ganas de saber más de Emil, pues todo el libro gira en torno a su rescate solo llegas a conocerla de un modo muy superficial, nada de profundizar en ella. Eso no me gustó. El único personaje del que me encariñé fue Irah.
La temática del libro me agradó, todo eso de una distopía donde todo el mundo olvida menos una persona. Supongo que quizá esperaba un poco más. Menos en el ámbito de romance, en ese tuve más que suficiente. Pero creo que a la idea inicial del libro se le podría haber sacado más jugo y eché de menos algo más de acción. Para mí el nivel de amor-acción está visiblemente desnivelado.
De cualquier modo el libro sí que me enganchó y me duró un desvelo de madrugada. No es para nada denso. En cuanto al final, me resulto bonito y triste a la vez y a pesar de que parezca que puede ser un final abierto por la forma en la que se acaba el libro, está más que cerrado.
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