Eleanor es nueva en el instituto; su vida familiar es un desastre; con su intenso pelo rojo, su extraña y poco conjuntada forma de vestir no podría llamar más la atención aunque se lo propusiese.

Park es un chico mitad coreano; su vida familiar es tranquila; no es exactamente popular, pero con sus camisetas negras, sus cascos y sus libros ha conseguido ser invisible.

Todo empieza cuando Park accede a que Eleanor se siente a su lado en el autobús del instituto el primer día de clase. Al principio ni siquiera se hablan, pero poco a poco comparten sus hobbies y empiezan una relación de amistad... para terminar enamorándose de la forma en que te enamoras la primera vez, cuando eres joven, y sientes que no tienes nada y todo que perder.

"Nada más oirlo, Eleanor sonrío. Y cuando Eleanor sonreía, algo se rompía dentro de Park. Algo se rompía siempre.”

Eleanor & Park es una historia bastante tierna y poco corriente a pesar de que leyendo la sipnosis pueda parecer que peca de clichés. Está ambientada en los años ochenta y nos cuenta como poco a poco se va desarrollando una nueva relación entre estos dos personajes tan peculiares, un romance perfectamente creíble que se va forjando entre cómics y casetes. (Tiene muchas referencias a la música de esa época que sinceramente me encantó.)

La vida de Eleanor es complicada, sus padres están separados y después de un año fuera de casa ella tendrá que volver a vivir con su madre, su padrastro y sus hermanos en una casa pequeña donde ni siquiera hay espacio para sus pocas pertenencias. Pero la aparición de Park en su vida cambiará muchas cosas y juntos conocerán el primer amor, ese amor dulce e inexperto donde todo está por descubrir.

Demasiado para mí, lloré como una niña pequeña. No me esperaba ese tipo de final, pero hizo que la historia fuera tan real como la vida misma.

Los personajes están bien definidos y diferenciados, se nos permite conocer como piensan cada uno de los protagonistas porque la historia está narrada entre ambos. Mi personaje favorito sin duda fue Park, su manera de ser, sus gustos y la forma en que trataba a Eleanor se ganó mi corazón. Eleanor también gustó mucho pero no terminé de comprender su manera de pensar, tan llena de miedos y complejos, hubiera preferido más confianza hacia Park y hacia ella misma.

El libro está escrito de forma sencilla y clara y la lectura se hace corta y amena en general, aunque hay momentos en los que sufres.